PÓLVORA Y CONFORT

jueves, 14 de octubre de 2010

KABUKI

A lo largo del tiempo el sonido del tambor ha sido utilizado para simbolizar sucesos que marcan la historia de un pueblo. Por mencionar un ejemplo, su estallido representa para diversas culturas el inicio de un combate, por lo que también se le conoce como caja de guerra.

En la representación teatral Kabuki “El arte de cantar y bailar”, el tambor provoca un contraste de sensaciones dependiendo de la intensidad con que es tocado. Es así como su sonido puede llegar a simular: el fluir de un río, el rugir de las montañas, una intensa lluvia, la caída de la nieve, la presencia de un tornado e infinidad de fenómenos naturales más. Los diferentes matices que necesita la obra son generados por este instrumento.

El Kabuki forma parte de los espectáculos tradicionales más importantes de Japón y se caracteriza por utilizar elaborados maquillajes, vestuarios elegantes y elementos visuales que cautivan al público. Los temas que utiliza son muy variados, abarcan desde dramas de guerra y venganza, hasta desgarradores cuentos de fantasmas y demonios.

Es necesario decir que todo esto lo escribo porque el pasado 12 y 13 de Octubre se presentó en el Teatro de la Ciudad una obra de Kabuki que incluyó dos actos clásicos: “La garza doncella” y “La danza del león”.

La verdad si ese día hubiera habido un concierto de rock, es muy probable que estas líneas nunca hubieran sido escritas y su lugar estaría ocupado por críticas de guitarras distorsionadas, pero como no fue así, hoy les puedo decir que haber conocido una de las tradiciones más importantes de la cultura japonesa fue una experiencia que repetiría de inmediato.

La garza doncella

En el escenario se simula un campo congelado en el que no deja de caer nieve. Sobre él se presenta una garza que encarna en el ser de una doncella, pero al final se da cuenta que su historia es el reflejo de un amor no correspondido.

Cuando el telón se abre, los sonidos acompañan al actor en su papel de ave, se pasea lento por el escenario y hace movimientos con las mangas de Kimono como si fueran sus alas. A un costado hay músicos que tocan las percusiones y enfrente otros más que tocan el Shamisen –instrumento de cuerda similar al banjo-. La melodía avanza y la danza se hace más obscura, el dolor y el mal amor se apodera de todo el espacio. El final está próximo, la garza doncella no soporta más la tortura, no se puede mantener de pie, se desvanece por el escenario y muere.

Foto: para este acto el actor realizó tres cambios de vestuario sin salir del escenario
Danza de león

Este segundo espectáculo es más dinámico y describe la historia de un aristócrata japonés que renuncia a su vida cotidiana para convertirse en monje. En su camino hacia la montaña sagrada es reconocido por una pareja de míticos leones que danzarán a su alrededor entre flores y mariposas. Las flores simbolizan la tranquilidad y las mariposas el enfado, dualidad característica del león, dualidad que existe en la tierra pura.

Foto: Teatro de la Ciudad (13-X-2010)

Terminemos por el principio. Una mujer llamada Okuni fue la primera actriz y en cierto modo la creadora del Kabuki, pero 25 años después fue prohibido a toda mujer aparecer en los escenarios por considerarse inmoral. A partir de ese momento todos los roles, incluyendo los roles femeninos, son interpretados por hombres.
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Así son las cosas en este mundo descompuesto.