PÓLVORA Y CONFORT

martes, 30 de agosto de 2011

CARLOS MATTA Y NUEVO MÉXICO

Un largo viaje con Carlos Matta

El recuerdo de Avándaro estuvo presente. El aroma del copal quemándose impregnó todo el Teatro de la Ciudad. El vaivén de ese humo relajó a los escasos pero fieles espectadores que fueron a ver a Carlos Matta, guitarrista-flautista-vocalista y fundador del grupo de rock, Nuevo México. Con este concierto, Carlos cumple ya 47 años sobre los escenarios. Un largo viaje. Entre canción y canción, él amenaza con retirarse cuando llegue a los 50 años de rocanrolear. La gente le grita que no lo haga. Sus seguidores le piden que nunca deje de cantar.

Con puntualidad inglesa, Nuevo México arrancó el concierto a las 6 de la tarde. 28 de agosto, domingo familiar por ser “Día del abuelo”, tarde lluviosa en las calles del Centro Histérico. Ideal terminar la semana con rock en vivo. En el set list no faltaron clásicas como 'Tarantela', 'Sinfonía de rock' y 'El Talón de Aquiles'. Esta última de las más esperadas y con la que cerró el primero de los dos bloques del concierto. “Vamos por un poco de oxígeno y regresamos”, concluyó Matta.

Para el segundo segmento, Carlos lucía más relajado, ya no traía su saco oscuro. A sus espaldas nunca dejaron de proyectar imágenes del historial de Nuevo México. Entre los momentos claves del concierto: la representación de FRIDA mientras cantaban la canción con su nombre (el reflector ilumina una silueta que se aparece entre el público: es la aparición de la pintora mexicana); también destacar la presencia de músicos invitados: Charlie Hauptvogel (baterista del Three Souls in my Mind) encabezó las sorpresas de la noche, una gran noche para el rock mexicano.

Foto: NUEVO MÉXICO, Teatro de la Ciudad, 28-AGO-11. SFC


Las canciones de Nuevo México recuerdan toda una época. O mejor dicho, recuerdan lo que hemos leído, o lo que nos han contado sobre lo que fue una época. Quizá la época Hippie, esa donde reinaba el amor, la paz, el sexo y la marihuana. Carlos Matta hace pensar en un sonido actual pero encapsulado por mucho tiempo en un Avándaro que hoy resulta lejano. Las canciones de Nuevo México hacen creer en el rock nacional, proyectan un sonido casi primitivo del rock y, la verdad, causan nostalgia de la buena. Esa que te invita a escucharlos o a componer una canción, esa que está entre el límite de lo triste y lo esperanzador.

miércoles, 17 de agosto de 2011

AMOR PERDIDO, CARLOS MONSIVÁIS

El último libro que leí es recomendable, AMOR PERDIDO de Carlos Monsiváis. Lo pedí prestado en la biblioteca de mi escuela y casi me cuesta una multa por no entregarlo en tiempo. Valió la pena.

Este es un libro con muchas crónicas-ensayos. En la mayoría de ellas, Monsiváis toma como punto de partida la Revolución Mexicana (o los últimos años del Porfiriato) y culmina con los funerales de Agustín Lara, José Alfredo Jiménez, David Alfaro Siqueiros, Fidel Velázquez, entre otros personajes y artistas.

Los funerales ajenos siempre me han dado miedo y me ponen muy nervioso (me generan una especie de risa incontrolable). Pero más allá de eso, estos funerales convertidos en crónicas me hicieron preguntarme, con cierto temor: ¿habrá habido un cronista para los últimos momentos de Monsiváis?, ¿dejó Carlos algún texto en el cajón de su escritorio al respecto?, ¿quién escribe esa parte final de un escritor?... Confío en que alguien lo haga.

Para los que no les guste leer sobre este tipo de asuntos, también se puede encontrar en AMOR PERDIDO, artículos y crónicas sobre el “poeta afeminado” Salvador Novo, Diego y Frida, Raúl Velasco, Irma Serrano, María Félix y varios más.

Un deleite aparte es la vida y obra de Agustín Lara. Cuando uno lee las anécdotas de “El Flaco de Oro” que, con mucho tino, Carlos Monsiváis integra en este libro, cómo dan ganas de salir al centro de la ciudad para encontrarse con el sonido de su piano en algún cabaret. Esas historias sugieren una noche llena de placer, con jaiboles de por medio y sus canciones de fondo, ¡Chulada!

Quizá lo que más me pasó, fue el capítulo destinado al movimiento de LA ONDA. Parada obligada: MARÍA SABINA, LOS BEATLES, AVÁNDARO (entrevista rifadota con "La encuerada de Avándaro", revista PIEDRA RODANTE), TLATELOLCO, LOS JIPITECAS, CHURROS, HONGOS, DESMADRE Y MUCHO ROCK.

“Un muerto en la ciudad, ahora quién escribirá el final, su final”. SFC