PÓLVORA Y CONFORT

martes, 25 de octubre de 2011

JAIME en zona Chilanga

Jaime López y su Chilanga Banda


El punto de reunión para que “pachucos, cholos y chundos” pudieran bailar con la música de Chilanga Banda, fue un Teatro de la Ciudad “ Esperanza Iris” colmado de espectadores de todas las edades. Desde los jóvenes seguidores de Café Tacvba en pleno año sabático, hasta las parejas maduras que iban a escuchar los éxitos de Jaime López, cantautor protagónico de la noche.

Ante este público de diversas generaciones, la Chilanga Banda, integrada por los cafetos, Andrea Balency, el Sr. González y Luis Ledezma, realizó el pasado viernes, un recorrido por el amplio catálogo musical de Jaime López, en el que no pudieron faltar canciones como “Corazón de cacto”, “A la orilla de la carretera” y “La primera calle de la soledad”.

Pocos minutos después de las 21:00 horas, Jaime López arrancó el concierto con “Lo que te voy a contar”, obra en la que el único instrumento que necesitó fue su propia voz. Luego de tener un clic inmediato con los espectadores, integró a la siguiente canción, “Hechicera”, su guitarra electroacústica y armónica, solidificando su sonido en el teatro.

A partir de ese momento, Jaime López fue formando poco a poco a su Chilanga Banda. Primero invitó a Quique Rangel y Andrea Balency a subir al escenario e interpretaron “Arando al aire”. Después, al integrar a Luis Ledezma en la batería, lograron llenaron de ritmo todo el lugar con el éxito, “Caite Cadaver”.

Una vez formado este cuadro básico de músicos, los siguientes personajes que aparecieron en escena fueron José Rangel y Ramiro del Real, en las guitarras; Meme, en los teclados; el señor González, en las percusiones y el “Mil caras”, bautizado así por el propio Jaime López, Rubén Albarrán, en la segunda voz en cortes como “Por cigarros a Hong Kong".

“Si se han dado cuenta, el corazón de la Chilanga Banda es la hermosa Andrea Balency”, comentó Jaime Lopez, antes de la interpretación solista en piano, por parte de esta artista francesa, de una nueva versión de “La calle de Santa Fe”.
Prosiguió la parte medular del concierto con éxitos de la talla de “El mequetrefe”, “Ella empacó su bistec” y “Me siento bien pero me siento mal”, para culminar con la canción que hizo famosa Café Tacvba, “Chilanga Banda” y cerrar el primer bloque del show ante un público ya eufórico que no dejó de bailar y que pidió con gritos y de pie el regreso de los músicos.

El público espectante ya no volvió a tomar su asiento. Luego de haber bailado un sin fin de ritmos durante el concierto, “Nocaut”, “Tu maldición” y “Desde mi motocicleta”, fueron el cierre de lo que fue el primer encore.

Cuando parecía que todo había finalizado, de nueva cuenta salió Jalime López, solitario con su guitarra y sombrero negro, e interpretó una de sus piezas maestras, “Sácalo”. En la parte final de esta canción fue saliendo cada integrante de la Chilanga Banda para sumarse con su instrumento y cerrar, ahora sí de forma definitiva, un concierto lleno de baile y música elaborada por nueve músicos sobresalientes de la escena de rock nacional.



Fotos: Teatro de la Ciudad, JAIME Y SU CHILANGA BANDA (21/10/11 ) SFC

martes, 11 de octubre de 2011

La revolución de “JUAN ESCOPETA”

Más allá de la historia del pequeño “Gapo” que va en busca de su hermano “Damián” al norte del país; más allá de la violencia que en esos momentos (1914) la Revolución Mexicana emanaba de forma natural, me quedo con el argumento de los pistoleros a sueldo contratados por Porfirio Díaz para cuidar de su seguridad.
No sé si esa parte de la historia sea realidad o ficción, pero creo que si Porfirio Díaz sintió que su vida corría peligro, no dudo que haya puesto de su parte a los pistoleros más peligrosos del país. “Juan Escopeta”, uno de esos matones a sueldo, así como el niño “Gapo”, se dirigirán juntos hacia al norte de México, cada uno con su objetivo muy particular, dentro de la sanguinaria Revolución Mexicana.
La revolución de “Juan Escopeta”, una película que pudimos ver en las instalaciones del IMCINE el pasado miércoles, estará en algunos de los cines del país a partir del próximo 4 de noviembre.

jueves, 6 de octubre de 2011

Los periodistas, VICENTE LEÑERO

Este libro me hace pensar que las buenas obras llegan a tu vida en el momento indicado. Las reflexiones aparecen en un tiempo preciso, como si tu propio reloj diera un respiro, o se detuviera un momento para esperarte. Es así como una historia, que parece ajena, empieza a formar parte de ti y de tu camino.
Los periodistas de Vicente Leñero es una novela que refleja muchas cosas. No se limita a describir los hechos conocidos como el golpe a Excélsior (cuando, después de un boicot publicitario, el gobierno de Luis Echeverría impuso la salida de Julio Scherer y de un grupo de reporteros del diario), sino que además muestra diversos factores que permearon al periódico, en uno de los capítulos más oscuros que el periodismo nacional recuerda, aquel que concluyó el 8 de julio de 1976.
El boicot publicitario precedente al golpe, la invasión de presuntos aviadores del gobierno en Paseos de Taxqueña (terrenos de trabajadores de Excélsior), los esbirros enviados por Echeverría, el juego de traiciones encabezado por Regino Díaz Redondo, se abordan. Sin embargo, es el olor de las redacciones, las pláticas en cantinas cercanas al diario, el liderazgo nato de Scherer, los desplegados signados, entre otros, por José Emilio Pacheco, Vicente Leñero, Carlos Monsiváis, Carlos Marín, Miguel Ángel Granados Chapa, lo que le da a la novela un toque de suspenso y melancolía.
Cada periodista cayó por su propio peso. Hoy puedo decir que algunos de los reporteros que traicionaron en el golpe terminaron trabajando con la mediocridad como compañera. En cambio los que salieron en ese momento de Excélsior, mismos que formaron un equipo de trabajo que originó la revista Proceso, estoy convencido que han de vivir con el alma tranquila, satisfechos por no haber vendido ni su trabajo, ni su dignidad.