PÓLVORA Y CONFORT

lunes, 14 de marzo de 2011

BOCABAJO

Bocabajo

El eclipse llegó en un a
ño gris,
te alejó de mí para siempre.

Un tranvía me lleva
a tu reino de aullidos

de calles prohibidas.

De regreso contemplo la lluvia,
respiro tu aliento nocturno
viendo al mar.

Otra noche más, en mi ciudad sin ti,
cómo poder escapar de esta inmensidad.

Una medusa de lumbre
acerco a tu casa
para que te asombres.

Fue en los tiempos del ruido
cuando te perdiste con el enigma.

Nunca me dejes
aquí sin voz
en el silencio.

Dime si piensas volver a entrar
con el viento.

En el suelo cierro los ojos
y siento que alguien me mira,
eres tú, desde algún lugar.


Nota: la letra de esta canción la creó el blogero que aquí escribe, el 29 de diciembre de 2009, justo después de leer “El otoño del patriarca” de Gabriel García Márquez.Es de mis libros preferidos, me aplastó en su momento. Habla sobre la soledad.


En concreto la soledad que viven y sienten los dictadores latinoamericanos, que aun con todo su poderío, no pueden comprar las bondades del amor.


Los dictadores son seres muy solitarios. El de esta novela es una persona que duerme bocabajo, sobre el piso, soñando que su amada un día entrará por su ventana.


La canción se basa únicamente en uno de sus capítulos. En el que esa mujer hermosa, perteneciente a uno de los barrios más peligrosos, bravos y humildes de la nación, no lo quiere, incluso lo aborrece por ser autoritario y déspota con los pobres.


Él le tiene una sorpresa muy especial, hará que el día se convierta en noche, aunque sea por unos segundos. Su poder le permitió investigar el momento preciso en que un eclipse total de sol tomaría su ciudad. Utilizaría esa información para sorprender a su amada y ganar su corazón. No tuvo éxito. Ella se largo de su vida para siempre al mismo tiempo que el eclipse obscurecía el destino del dictador.


“…se sintió más triste, más solo que nunca en la soledad eterna de este mundo sin ti, mi reina, perdida para siempre en el enigma del eclipse, para siempre jamás, porque nunca en el resto de los larguísimos años de su poder volvió a encontrar a Manuela Sánchez de mi perdición en el laberinto de su casa, se esfumó en la noche del eclipse mi general…”. Gabo
Foto: por fortuna, ella sí entró por mi ventana una noche, mientras soñaba bocabajo.

No hay comentarios:

Publicar un comentario